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Tomateros continúa racha ganadora y brinca al liderato

*Le gana el primer juego de la serie a los Cañeros de Los Mochis, 5-2 con buena labor monticular de Manny Barreda y bateo de Dwight Smith Jr.

Culiacán, Sinaloa (Prensa Tomateros).-Los Tomateros de Culiacán recibieron a los Cañeros de Los Mochis en la casa de la Nación Guinda, para el primer juego de la Serie Rosa. El bateo oportuno y la impresionante actuación de “Manny Day” fueron cruciales para la victoria 5-2 de los culichis.

En la cuarta entrada Esteban Quiroz abrió negociando pasaporte, seguido por Cristian Santana, quien lo avanzó hasta tercera con un sólido doblete por el jardín izquierdo. Dwight Smith Jr. no perdió la oportunidad y remolcó dos carreras con un sencillo al central, poniendo a los Tomateros arriba 2-0.

Ramón Ríos se sumó a la ofensiva con un imparable que llevó una más al plato, dejando el marcador 3-0.

El festín de batazos continuó en el sexto capítulo. Smith Jr. abrió con un infield hit, seguido por Ríos, quien conectó su segundo imparable del juego y Ali Solís se embasó tras ser golpeado. Con la casa llena de guindas, Andrés «Papas» Álvarez respondió con sencillo productor de dos carreras, aumentando la ventaja a 5-0.

Los Cañeros intentaron reaccionar en la séptima entrada con dos cuadrangulares solitarios de Rodolfo Amador y Alan Espinoza, pero no fue suficiente para acortar la distancia significativamente.

En la novena, el cerrador guinda Stephen Nogosek consiguió los tres outs por la vía del ponche, para cerrar el triunfo y llegar a tres juegos salvados en la presente temporada.

Manny Barreda (2-0) se mostró intratable desde la lomita, con una apertura de 6 entradas impecables, sin permitir carreras, concediendo solo dos hits, ponchando a tres y otorgando cuatro pasaportes. Así, Barreda consiguió su segunda victoria de la campaña.

La serie continúa mañana y los Tomateros buscarán asegurarla con la presentación de Manny Bañuelos, enfrentado a Luis Fernando Miranda. La cita es a las 17:00 horas en el Estadio Tomateros, donde la emoción promete no parar.