Sentido adiós a Don Juan Manuel Rojo Verdugo
*Familiares y amigos le dan el último adiós al amante al rey de los deportes, quien se nos adelantó en el camino sin retorno; sus restos descansan ya en conocido panteón del Ejido 18 de Marzo.
Los Mochis, Sinaloa 10 de Abril de 2020 (Checo Álvarez/Gran Slam).- Sentido fue el adiós para el legendario personaje del béisbol ahomense, Don Juan Manuel Rojo Verdugo, quien fue sepultado y acompañado a su última morada por familiares y amigos, quienes recordaron los dones que en vida profesó y diseminó entre propios y extraños.
Fue en conocido panteón del Ejido 18 de Marzo donde sus restos llegaron al filo de las 03:00 de la tarde, luego de permanecer en velación en su domicilio del Ejido Mochis, hasta las 02:00 P.M., para de ahí pasar a visitar la casa paterna, donde lo recibió por última vez, Don Raúl Rojo Valenzuela, quien a sus 101 años de edad, aguantó el sufrimiento y el dolor de sepultar al primogénito, al hijo que tenía lejos, quien partiera a Rosarito, Baja California, desde poco más de 20 años atrás para triunfar y continuar apoyando al béisbol, como lo hiciera desde que se inició a los 14 años, como jugador en su tierra natal.
Don Raúl y sus hermanos, Raúl, Rosa María y Donato, además de miembros de la familia Rojo Valenzuela lo recibieron en su hogar por última vez, para de ahí, con paso lento y las tristes notas musicales de la banda lo acompañaran hasta su última morada.
Ya en el panteón fue recibido por su señora esposa, Josefina Miranda, por sus hijos Juan Manuel, Jesús y Ernesto y las decenas de nietos, sobrinos, primos, amigos, quienes observaron el cuerpo de Don Juan Manuel por última vez, y ante aplausos y lágrimas, ser traslados sus restos hasta su sitio de honor.
El ataúd, con sus restos mortales, fue descendiendo lentamente, y con música de banda le tributaron también un homenaje con aplausos. Palabras como: “Siempre vivirás”!!!, “Te llevaremos con nosotros por siempre!!!!, “Arriba Don Manuel Rojo”!!!, “Te amamos papá”!!!, entre otras frases fueron dictadas una y otra vez, mientras el ataúd llegaba a su último sitio, para de ahí recibir decenas y decenas de flores, lanzadas a la sepultura, siendo la primera que recibió, la que le obsequió su ahora viuda, qué, pese al cansancio, mezclado con ese dolor de perder a su compañero de vida, permanecía estoica en su cabecera sepulcral. Manuelito Rojo compartió 49 largos años de su vida matrimonial con la señora Josefina a quien conociera por medio del béisbol en el Ejido Olas Altas y con quien se casó para formar la familia que ahora velará por ella.
La noche llegó para cobijar a Don Juan Manuel y fue entonces, la música de banda lo despidió para que inicie el viaje hasta el cielo, donde de seguro seguirá profesando su amor por su familia y el béisbol.
¡¡¡Descanse en paz, Don Juan Manuel Rojo Verdugo!!!